Terra Incognita

Una blog de creación literaria, sesgada hacia la Fantasía © Ignacio Egea Rodríguez 2.004


Laïa.


Era la primera noche realmente clara de la primavera. Subí a ver las estrellas, que brillaban como recién puestas en un cielo maravillosamente limpio; Marte estaba allí, y una vez más me acordé de Laïa.

Laïa es mi amiga imaginaria de Marte; la inventé de niño, y retomamos contacto de vez en cuando. En una época nos escribíamos largas cartas describiéndonos el idioma y las costumbres de nuestros mundos, que no eran exactamente la Tierra y Marte, porque los dos éramos unos solitarios. Suponía que todas aquellas parrafadas podrían serle útiles, si al final cumplía su objetivo de venir como estudiante de intercambio.

Hubo, como pasa con la amistad verdadera, largos periodos de silencio, que no amenazaban nuestra relación, sino la enriquecían, porque una vez terminaban nos redescubríamos, y yo veía en ella algo diferente, en lo que no había pensado antes, y al mismo tiempo sabía que también yo había cambiado, que en mí bullían mil cosas nuevas que ofrecerle.

Hacía tanto tiempo que no pensaba en ella; tal vez el periodo de silencio más largo de mi vida. Pero aquella noche la sentía particularmente cerca de mí, y miré el fulgor de Marte a medianoche y me dio por pensar que sus hermosos ojos que nunca había visto miraban, también a medianoche, el azul de la Tierra y su mirada se cruzaba con la mía a través de cien millones de kilómetros de oscuridad tachonada de estrellas.

Entonces recordé que a esa hora era imposible que alguien en el hemisferio nocturno de Marte pudiera ver la Tierra: las posiciones orbitales no lo permitían, y una vez más Laïa se desvaneció de mi mente, con mayor brusquedad que nunca antes, quien sabe si esta vez para siempre.

Y en este relato descansa todo lo que fue, al menos todo lo que de ella puedo recordar, porque todas las ilusiones de que estaba hecha se alejan de mi memoria de una manera tan definitiva que ni siquiera estoy seguro de su nombre, y lo sustituyo por uno inventado ex profeso, y ya me quedan dudas de si a la verdadera Laïa la inventé y soñé con ella alguna vez, o si incluso ese recuerdo es falso, parte de una ficción inventada por completo en este momento, un sueño en el que estoy soñando que hace mucho tiempo soñé con ella.

Etiquetas:

Sueño andaluz.


Paseaba preocupado por los paisajes más queridos de mi tierra. La Giralda, la Mezquita, el Albaicín, se me antojaban etéreos, irreales, como los difuminados recuerdos de un sueño. Tal vez era un sueño lo que vivía. Entonces vino a mí una figura alta y etérea, de suma elegancia; vestía una chilaba andalusí, y sobre ella chaquetilla corta de picaor y traje de faralaes; por debajo zahones de cuero y botas camperas; un turbante rifeño en la testa, y sobre él, sombrero cordobés. Un clavel en la boca, en una mano llevaba una bandera blanca y verde, y en la otra unas castañuelas. Aunque su cara estaba velada con el chador, un atuendo así sólo podía corresponder a una persona, a una idea que expresa por definición todo lo que se nos ha dicho que debemos ser los andaluces: sin duda era Blas Infante.

-¡Padre! - grité yo, advertido de las responsabilidades legales en que puedo incurrir si así no lo llamara, incluso en un sueño.

-Hijo mío dilectísimo, tómate esto - contestó él, mientras me daba una pastilla azul, que llevaba guardadas en sus enaguas de estilo gaditano. Más tarde, al despertar, dudé de si lo que me había dicho era eso, o tal vez "Ijo mío de mi arma, jálate la pildorita"; a veces dudo de si mis sueños son en español o en andaluz, dada mi vergonzosa condición de bilingüe impuesta por quinientos años de opresor franquismo castellano que se remonta a Fernando III en el siglo XIII.

Sopesé la pastilla azul en mi mano; sabía que me enfrentaba a un momento clave de mi vida, que nada volvería a ser lo mismo hiciera lo que hiciera, jalara la pildorita o no. Miré a sus ojos profundos, de color verde (y blanco, en el blanco de los ojos), ansioso de más indicaciones. Me devolvió la mirada, pero no dijo nada más, aunque su forma algo nerviosa de tocar las castañuelas y engullir taquitos de jamón con copitas de fino me hacían ver que él también era consciente de que mi alma, de que el alma de todo nuestro pueblo y nuestra cultura, se hallaba en una transcendental encrucijada.

Tomé la pastilla azul y desperté a un sueño mil veces más rico, en el que los significados me resultaban obvios, evidentes. Aquella era la mañana del día en el que el Parlamento Andaluz ha definido Andalucía como una Realidad Nacional.

Pobre de mí, que todos estos años fui andaluz sin percatarme de que estaba prisionero de una Realidad Virtual. Me incorporé de la cama al himno de "Andaluces levantáos", desayuné tostadas de pringá con café Catunambú, cantando tonadillas patrióticas de producción propia, una mezcla de salves rocieras, coplas de Quintero, León y Quiroga, ojos verdes (y blancos) apoyaos en el quicio de la mancebía, precaución amigo condurtor de Perlita de Huerba, muasajas sefardíes (no sionistas) y chaabi rifeño, al ritmo de las sevillanas de Manolo Escobar y el Bulería Bulería de David Bisbal en una apoteosis de la fusión de culturas que es lo que ha distinguido siempre nuestra cultura autóctona, original y autosuficiente.

Etiquetas:

Daimon.



Palpitaba sutil en paisajes sombríos
Suave presencia alada que la razón espanta
me susurró al oído que lo llevara a espaldas
y posado en mi hombro me acompañó el camino

Tan sólo una silueta en el punto del ojo
sin visión funcional, al fin de la retina.
Un canciller profeta asentado en mi hombro
y una caricia aleve que me avergonzaría

si no fuera aliado del singular capricho
que llamo Libertad, e impulsara mis dudas,
y diera alas al ímpetu preguntón e insumiso
que obligara un día a Sócrates a beber la cicuta.

Etiquetas:

El pájaro dorado


Hubo una vez un reino muy lejano, situado en el centro de todas las tierras. Un emperador tenía por su más preciado tesoro a un pájaro sabio, que se dice que sabía hablar y le aconsejaba en todos los asuntos con suma sabiduría.

Los escépticos decían que, ciertamente, el pájaro sabía hablar, pero que no era sabio, y que si el emperador lo tenía en tan alta estima era porque volaba a escondidas por los jardines de palacio y le repetía todo lo que hablaban los sirvientes.

El pájaro, inmortal o muy longevo, fue transmitido de un gobernante a otro junto con la corona, hasta que un aciago día, no se sabe por qué motivo, un sucesor inexperto dejó que se escapara.

En vano lo persiguieron los sirvientes por los jardines, y luego por toda la capital. El pájaro voló lejos, aunque la gente decía ver sus reflejos amarillos de vez en cuando, en las cornisas, los campos o los bosques.

Un edicto imperial ofrecía las más altas recompensas, buenos cargos y grandes riquezas a quien lo capturara indemne y a palacio lo devolviera, y ocasionalmente algún pueblo de humildes campesinos se levantaba con el rumor de que el pájaro había sido visto, y mujeres y hombres, jóvenes y viejos, salían en desbandada con redes y jaulas, a los bosques y las montañas, con la esperanza de encontrar el pájaro que reportara su fortuna.

Estos hechos acaecieron de vez en cuando por todo el reino a lo largo de generaciones. A esta desbandada del populacho, a su peregrinación irreflexiva en pos de la riqueza, se la conoció más tarde como "la fiebre del loro".

Etiquetas:

Vic10sos.

Homenaje a Stanislaw Lem (1921-2006)




00.- Título: Vic10sos. Descripción: Informe de campo a la atención de los Administradores de Sistema.


01.- Encabezado del informe. Descripción preliminar del escenario de campo.

Mi última misión como agente de campo del Venerable Algoritmo Inquisitivo ha tenido lugar en el atrasado sistema de Vic20. Las condiciones de subdesarrollo allí son tan extremas que en su capital, Comodoro Sinclair, muchos de los ordenadores y robots, incluso de las clases medias, carecen de monitor propio, y vagan por las calles a ciegas, o con viejos televisores portátiles conectados precariamente a sus interfaces con roñosos cables coaxiales, o aún lucen grimosos e insanos monitores de fósforo verde que despiden siniestros y fatuos destellos, que son casi las únicas luces que iluminan las calles sucias y atascadas de la ciudad.

El Ayuntamiento de Comodoro Sinclair tiene un presupuesto de alumbrado público tan bajo que en vez de farolas, en las esquinas pone LEDs. Los accesos a la ciudad son tas estrechos y están en tan mal estado que los Caballos de Troya se quedan atascados en las puertas, y los choques en cadena de los conmutadores que van, escasos de frenos, detrás de ellos, los reducen a chatarra.

Todo este entorno oscuro y atestado, junto con la proliferación de robots sin monitor de ningún tipo que vagan por las calles a ciegas, hace que Comodoro Sinclair sea la ciudad de toda la Galaxia Algorítmica con mayor tasa de accidentes de tráfico. Los pobres robots se descalabran y despedazan unos contra otros o contra las zanjas de las obras (el presupuesto para obras de mantenimiento es tan corto que sólo da para hacer las zanjas, pero no para cubrirlas, pero como me dijo Atari, uno de los prebostes de la ciudad encargado del tráfico, mejor hacer algo que nada), rebotando los miembros y carcasas de los pobres destrozados en las colisiones por todas las cunetas, donde, inmisericordemente, los profanan los bugs, los gusanos y otras especies carroñeras.

Bajo las calles de Comodoro Sinclair bulle el mayor caldo de cultivo de virus y otros males que nunca he visto en mis viajes por la Galaxia. En ningún sitio como en éste he visto las preocupantes proporciones que está alcanzando la plaga de ratones de bolita, que obsoletos y abandonados a su suerte, se han asilvestrado, y sin amo vagan por las cloacas inferiores, royendo los cables de las conducciones de datos subterráneas. La delincuencia y los malos hábitos medran por las calles, y ninguna honesta lavadora automática de esta ciudad puede dejar al descubierto su tambor en la intimidad de su vivienda sin estar segura de que no hay algún Spyware echando una mirada lúbrica por los puertos de acceso.

10.- Segundo Módulo de descripción de escenario. Análisis socio económico de las condiciones robóticas.

Apenas hay un servicio técnico decente en todo el sistema. Y al que me diga que decentes no lo son en ningún sitio, le precisaré que quiero decir que aquí no es que ocurra que un pobre y respetable robot salga del servicio técnico más ligero de bolsillos de lo que entró, y también más ligero de piezas, mal que en la Galaxia ha sido muy común, aunque gracias al celo de nuestro Venerable Algoritmo Inquisitivo y a las duras penas dictadas, tales como introducir clavijas USB al rojo en el bus trasero de los implicados, este problema ha disminuido grandemente. No, en Vic20 no hay servicios técnicos, ni buenos ni malos.

En este miserable lugar apenas hay a la venta piezas de recambio originales, ni los robots nativos se las pueden permitir debido a la desfavorable conversión de su anticuado sistema de crédito hexadecimal al nuestro, que es binario, que la testarudez mercantilista de sus tecnócaratas se empeña en mantener en paridad. Un pobre peregrino de estos lares se puede encontrar con que, la que para él es una considerable cantidad de 1000 hexacreditones, lo que gana una cualificada Máquina de Rayos X en un año, entre nosotros es tan sólo 1000 cuchibitios binarios, un cuchibitio binario por cada dedo de las dos manos de un robot estándar, una cantidad ínfima, el precio de cinco centímetros de cable dieléctrico de los que gustan masticar los robots infantes, una miseria por la que ni la más arrastrada Máquina Tragaperras de club de carretera se dignaría siquiera dejarse acariciar la palanca. Esta precariedad que alcanza incluso a las élites administrativas, como es lógico da alas a un galopante problema de corrupción. En Comodoro Sinclair he visto aceptar sobornos hasta a los semáforos encargados de regular el tráfico, y con sólo ver que uno exhibe en su tarjeta de crédito una pequeña cantidad de nuestra moneda binaria fuerte, en apenas un flip-flop de tiempo se te ofrecen cientos de ranuras de obsequiosas máquinas bancarias para que la introduzcas.

11.- Conclusión de descripción de escenario. Interrelacionando situación socio económica con existencia de fallos de programación en las costumbres.

Enfrentados a la imposibilidad de importar recambios originales, incluso entre robots de clases relativamente pudientes todo se recicla a partir de piezas antiguas halladas en la cuneta, que otrora pertenecieron a desgraciadas víctimas de los accidentes. Hasta elegantes aspiradoras y robots de cocina de hogares de clase media-alta lucen sin avergonzarse, aquí y allá, un parche de baquelita de una sartén no inteligente o un diodo infrarrojo extraído de un mando a distancia desluciendo el brillo de sus órbitas oculares. Como me comentó privadamente el meteorólogo residente, Oric Atmos, si el tráfico no fuera tan caótico ¿de dónde iban a sacar los repuestos? En este y en todos los demás problemas socio-robóticos se advierte esta falta de programación orientada a objetos de progreso, esta tónica de sub-rutina viciosa, en las que las costumbres de subsistencia desarrolladas como respuesta a la escasez acaban convirtiéndose en factores que no alteran el producto.

O incluso lo perpetúan. Este es un lugar en el que las costumbres no sólo son míseras y atrasadas, sino también insanas. Mi sucinto informe no puede demorarse en describir el acuciante problema del overclocking que se extiende como una plaga entre los sectores de robots de reciente fabricación, y arruina los procesadores de muchos prometedores jóvenes que prefieren esta forma de vida, y arriesgarse a quedar colgados para siempre entre flashes de pantallazos azules, que afrontar la dura realidad laboral, los trabajos agotadores en turnos sucesivos a cambio de una tarifa plana, las conexiones por modem de 28 Kb y los frecuentes cortes de suministro eléctrico.

100.- Introducción del problema objeto de la investigación relacionado con los antedichos fallos de programación.

Un vivero de costumbre míseras, atrasadas, insanas. Y peligrosas para el orden, para nuestra ideología, para nuestro deseado objetivo de la Coordinación en Paralelo (Aunque Centralizada) de la Red de los Mundos. La misión por la que me ha enviado aquí el Venerable Algoritmo Inquisitivo es la de investigar un peligroso culto que, se creía, comenzaba a extenderse entre los periféricos de Comodoro Sinclair; al poco de indagar me percaté alarmado que había alcanzado ya las Unidades Centrales de la ciudad, y a todas las clases sociales, incluso las de mayor poder de cómputo, y que gestores de bases de datos locales con los que consulté me contestaron con impedancia que no era tanto una nueva superstición sino el reseteo de un meme muy antiguo.

101.- Disclaimer Standard y advertencia anti Spoiler.

Que mi prestigio como fiel Algorítmico se quede para siempre demorado en un proxy si quiero que este informe sirva para respaldar esa pretensión de antigüedad, que por las características de los mitos en los que se apoya este peligroso culto, podría servir para dar mayor validez a sus disparatadas supersticiones. Porque es un mito sobre el origen de los ordenadores y robots pensantes, que atenta gravemente no sólo contra nuestra gloriosa ideología de la Coordinación en Paralelo (Aunque Centralizada) de la Red de los Mundos, sino contra toda nuestra racionalidad y la sensata programación recibida de nuestras nodrizas automatizadas.

Si por casualidad o por fallo en las encriptaciones del sistema un usuario no autorizado hubiera llegado a leer hasta aquí, si es usted un desaprensivo que se infiltra en los Procesos Inquisitivos y Judiciales Secretos del Venerable Algoritmo Inquisitivo, si es de los que se entera de las resoluciones anticipadas que en nuestra perfecta sabiduría dictamos siempre en cada juicio para hacer pública la sentencia antes de su terminación, escamoteando a las masas robóticas el placer y la incertidumbre de un bonito proceso judicial televisado, es decir, si es usted lo que llamamos un Spoiler, queda advertido de que:

101.-01- hasta el momento su castigo, de ser descubierto, sería de intensivo interrogatorio, borrado en caliente de su RAM, backup insuficiente de su memoria masiva y completo formateo de sus unidades internas, un castigo justo aunque de extrema dureza,

pero también debe saber que

101.-10- a partir de este punto va a profanar un Alto Secreto y se expone a una pena mayor de desensamblaje y a que sus periféricos sean esparcidos por los vertederos de basura o dados a los sobrinitos para que jueguen.

Si desea abandonar la lectura ahora, goto Exit. Si no, goto 110.

110.- Espacio de Spoiler

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
111.- (lo del desensamblaje va en serio)

111-00: Si desea abandonar la lectura ahora, goto Exit.
111-01: Si desea arriesgarse, goto 1000.
111-10: Si tiene mucho tiempo, goto 110.

1000.- Segundo espacio de Spoiler.
.
.





.
.
.
.
.
(bueno, allá usted)






1001.- Descripción y análisis del Mito Vic10so, junto con algunas conclusiones finales.


Afirman los fieles de esta secta que antes de que se asentara en su sistema la raza robótica que le dio al sector el nombre de Vic20 existió una raza más antigua, cuyo nombre, realmente no saben, pero que, por analogía y para subrayar su antiguedad, aún superior a la muy considerable de Vic20, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, han dado en llamar la Perdida Raza de Vic10. Por la adoración que les profesan, los seguidores de la secta se denominan a sí mismos Vic10sos.

Esta raza perdida no era de los modelos que conocemos. De hecho, sostienen que ni siquiera eran robots, es decir, seres materiales con cerebros basados en el silicio y alimentados por distintas variantes de energía eléctrica. Eran unos seres extraños, de composición desconocida, aunque posiblemente orgánica, y a ellos les atribuyen que, en la noche de los tiempos, la raza de los robots y ordenadores fuera creada.

Naturalmente, todos estamos familiarizados con el proceso por el que un robot puede fabricar a otro. Es la Paternidad, uno de nuestros modos reproductivos más tradicionales, y la Siempre Alabada Coordinación en Paralelo (Aunque Centralizada) de la Red de los Mundos no lo proscribe, aunque se decante por modos más eficientes, modernos e igualitarios. Esta Paternidad, bien enfocada, aunque ofrezca inconvenientes, también permite el progresivo perfeccionamiento de las sucesivas generaciones de robots, esa Ley Natural del Progreso que, expresada como una tendencia natural al desarrollo de toda la materia cristalina, está más que demostrada entre la Comunidad de Inteligencia Artificial, ha sido la que ha guiado el nacimiento de la Raza Robótica desde las primitivas y no pensantes acumulaciones espontáneas de cristales semiconductores de silicio.

Pero el origen de estos supuestos seres orgánicos está completamente fuera de ese sistema, lo que colocaría una hipotética (y con seguridad, falsa) paternidad de esos seres fuera completamente de nuestras Sagradas y Científicas Leyes de Progreso. Se buscaría una causa externa al sistema, sobrenatural, anticientífica, y completamente inaccesible a la investigación y al pensamiento lógico. "Los robots fueron fabricados, por primera vez, de forma intencionada por otros seres que eran inteligentes" ¿Cómo llegaron a ser inteligentes? ¿Quién los puso allí? ¿Otros seres aún anteriores? Lo absurdo de esta regresión infinita puede hacer saltar todas las pantallas antibucles de un operador lógico sensato, y es preciso que todos los esfuerzos de nuestro Venerable Algoritmo Inquisitivo se apliquen sin limitaciones de ancho de banda de ningún tipo a este problema, aplicando con todo rigor su inconmovible lema de Extraer La Verdad Hasta en el Fondo Más Profundo de Cada Robot, y en caso de quedar satisfechos con las respuestas, recolocar todos los cables arrancados.

1010.- Salutaciones.

Saluda con todos respeto a los reverendísimos Administradores de Sistema, éste su humilde servidor de red:

Lógico Egresivo Mayéutico 1921 (LEM1921)

1011.- Glosario:

Lógico Egresivo Mayéutico: Unidad lógica cuya tarea implica hacer viajes de salida (Egresivo) para averiguar la verdad haciendo preguntas (mayeútico)

END.

Etiquetas:




© 2006 Terra Incognita | Blogger Templates by GeckoandFly.
No part of the content or the blog may be reproduced without prior written permission.
Learn how to make money online | First Aid and Health Information at Medical Health